CURRICULO

martes, 12 de junio de 2018

PRÓXIMO UNIVERSO DE EXPERIENCIAS: ECUADOR


Este próximo mes de agosto se presenta muy especial. Podré hacer realidad uno de mis sueños: viajar a América, colaborar en un proyecto social y humanitario… salir de mi zona de confort… tratando de construir un mundo más justo y más humano…
Itinerario formativo propuesto por JyD durante el presente curso 2017-2018
 
“Jóvenes y Desarrollo”, la ONGD con la que viviré esta experiencia que ellos definen como de “voluntariado internacional de corta duración”, ha estado pendiente de todos los detalles organizativos, con lo cual llegar hasta aquí ha sido relativamente fácil:
1.   He participado en 5 fines de semana formativos:
a.    León (La Fontana), 23-24/9/2017.
b.   Valladolid (Residencia Don Bosco), 2-3/12/2017
c.    Madrid (Atocha), 16-18/2/2018
d.   León (La Vecilla), 7-8/4/2018
e.    Burgos (Padre Aramburu), 23-24/6/2018
2.   El inventario de temas abordados ha sido tan suficiente en extensión como profundo y ameno en contenidos (enhorabuena a los programadores):
a.    Realidades y perspectivas de los grupos locales
b.   Programación Inspectorial 2017-2018
c.    Experiencias de Voluntariado 2017
d.   Campañas y proyectos de sensibilización, EpD y Cooperación Internacional
e.    Ponencias como “Radiografía de la pobreza”, “Voluntariado” o “Pastoral Juvenil Salesiana”
f.     Misión, Visión y Valores de JyD
g.    Ley de Voluntariado
h.   Prevención sanitaria
i.     Dinámicas de Grupo
j.     Cine-Forum (“Moolaadé”, “Love”…)
k.   Cenas interautonómicas y comidas compartidas…

Decidir el destino ha sido fruto también de un esfuerzo conjunto. De alguna manera he tenido que proponer mi candidatura (hay que tratar de adecuar el propio currículo al perfil del voluntario internacional que más se necesite) y el “Equipo de Formación de Voluntarios” selecciona el proyecto y el país más adecuado al perfil presentado. De 50 candidatos al final viajaremos 34 y lo haremos para participar en unos 16 proyectos de 12 países diferentes.

Cuando me comunicaron que el país que me asignaron era Ecuador para colaborar en un proyecto de “Niños de la calle” me emocioné: entra de lleno en mi vocación para el Trabajo Social. 

También el haber trabajado durante el presente curso en proyectos promovidos por la Casa de Juventud Aleste (también de los salesianos) con niños y jóvenes en situación de desventaja social y minorías étnicas de Laguna de Duero, Pajarillos y Delicias (sobre todo en Delicias) me ha predispuesto para trabajar en el ámbito de esta opción preferencial… 

En consecuencia, busqué primero los proyectos desarrollados por la Congregación Salesiana fundamentalmente en Quito y en Guayaquil… y desde la admiración a la importante labor desarrollada desde sus casas que acogen, sus parroquias que evangelizan, sus patios que educan y sus escuelas que preparan para la vida, sentí que estaba llamada a este lugar.

Luego me precisaron que la ciudad elegida era Cuenca, también en los Andes… una ciudad del tamaño de Palencia pero con una exquisita configuración (la conocen como "la Atenas del Ecuador" por su arquitectura y cultura) y una sorprendente presencia de iniciativas salesianas:

CASA CUENCA – YANUCAY
Comunidad Salesiana. Dirección: Av. Don Bosco 247 y Felipe II
Apartado: 424 – Cuenca. Telf.: 07 281 6641
Correo-e: yanuncay@salesianso.org.ec y jcardenas@salesianos.org.ec
- Parroquia Don Bosco
- Unidad Educativa Técnico Salesiano
- Oratorio San Francisco de Sales
- Unidad Educativa a Distancia Mario Rizzini
- Oratorio Don Bosco
- Paute- Uzhupud (1990)
- 1. Unidad Educativa Agronómico Salesiano
- 2. Unidad Educativa a Distancia Juan Lunardi
- 3. Centro Salesiana de Formación Agropecuaria

CASA CUENCA - MARIA AUXILIADORA
Comunidad Salesiana. Dirección: Calle Padre Aguirre No. 13 45 y Vega Muñoz
Apartado: 01.01.0524 – CUENCA.
Telf.: 072 822 097. Correo-e: mariauxiliadora@salesianos.org.ec
- Parroquia María Auxiliadora
- Procura Misiones
- Centro Artesanal María Auxiliadora
- Unidad Educativa María Auxiliadora
- Centro de Salud Asociación Damas Salesianas (ADS)

Me ha llamado poderosísimamente la atención la cantidad y calidad de iniciativas socioeducativas de tan alto nivel como:
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA DEL ECUADOR Calle Vieja. Cuenca (Ecuador) ( +593 7-286-2213

UNIDAD EDUCATIVA SALESIANA MARÍA AUXILIADORA 3,7 (11) · Simón Bolívar & Vargas Machuca. Cuenca (Ecuador) (+593 7-282-2138

UNIDAD EDUCATIVA TÉCNICO SALESIANO Av Don Bosco. Cuenca (Ecuador) (+593 7-281-4274

Y de entre todas ellas, me ha fascinado la labor desarrollada por la  FUNDACIÓN SALESIANA PACES (Comunidad educativa pastoral salesiana que promueve y trabaja en el desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, especialmente en 'situación de calle', con la pedagogía preventiva de San Juan Bosco, para construir un proyecto de vida digna, a través de la formación técnica, emprendedora y solidaria, la inserción al mundo socio productivo y la restitución de sus derechos y su protagonismo social).

Visualizando estos testimonios, mi motivación se acrecienta todavía más si cabe: https://www.youtube.com/watch?v=FfWf66PastU

 

jueves, 22 de febrero de 2018

OBSERVAR (SIEMPRE) ANTES DE ACTUAR…



Soy trabajadora social: ello se nota en mi forma de pensar, en mi manera de sentir la realidad y, coherentemente, en mi modo de actuar.

De acuerdo con la definición mundial aprobada por la Federación Internacional de Trabajadores Sociales y por la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (Melbourne, julio de 2014), el trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar.

Tengo experiencia como trabajadora social en los ámbitos hospitalario (SACYL de Palencia y Burgos), directora y docente (ayuntamientos de Valladolid y Medina del Campo además de Escuelas de Tiempo Libre) e institucional (Aspaym, Inclusión Plena, Cruz Roja, Vaya Tela y Asprona) y, desde noviembre de 2017, he tenido además la ocasión de incluir una nueva institución en mi universo de experiencias: el de la Casa de Juventud “Aleste”, en el Barrio de Pajarillos de Valladolid.

Los salesianos inauguraron esta presencia el 1 de noviembre de 1971 en unos locales cedidos por el Ayuntamiento de Valladolid en la Calle Golondrina aunque su oferta tal como la conocemos ahora, como un complejo anejo a la Parroquia de María Auxiliadora, se remonta al 1 de mayo de 1977.


La opción preferencial de los salesianos de Don Bosco han sido desde siempre los jóvenes en riesgo de exclusión social. Y confieso que ello me sedujo enormemente y fue la principal razón por la que entré a colaborar con los proyectos desarrollados aquí en Valladolid.

Durante estos meses he conocido de primera mano algunos de los proyectos desarrollados con niños, jóvenes y adultos:
  • Con niños del Barrio de las Delicias, en programas de intervención social con menores de entre 6 y 12 años en situación de riesgo de exclusión con el objetivo de prevenir su fracaso escolar y promover su socialización. El programa lo coordina una animadora y participa una maestra en educación infantil. La coordinación con las trabajadoras sociales de los CEAS y/o con las familias es muy mejorable.
  • Con jóvenes de Laguna de Duero, mediante proyectos-servicios que propicien nuevas oportunidades a la integración, socialización, inserción socio-laboral y al emprendimiento juvenil para adolescentes y jóvenes de entre 15 y 30 años (apoyo escolar y compensación educativa, talleres prelaborales, talleres de idiomas, cursos de empleabilidad, información laboral, emprendimiento juvenil, espacios de coworking…). El proyecto en el que participé yo lo coordinaba una integradora social y nutricionista. Los contenidos relacionados con la adquisición de competencias sociales constituyen la parte fundamental del programa y en donde se ubica mi contribución.
  • Con adultos tuve ocasión de colaborar en dos proyectos:
1. Adultos gitanos del Barrio de Las Delicias. 
2. Socios de la Asociación Cultural “El Candil”.


Desearía centrarme en estos dos ámbitos:

  • Los adultos del Barrio de las Delicias provienen en todos los casos de derivaciones de los CEAS. Su asistencia diaria al programa está vinculada a poder seguir percibiendo una ayuda económica. La motivación inicial no es intrínseca de partida. Sin embargo en estos meses hemos llegado a concreciones importantes:
1. Las ayudas económicas nos hacen dependientes y nos estigmatizan como colectivo.
2. El hecho de no seguir figurando como perceptores de estas ayudas nos alejaría de ser objetivos prioritarios de las ofertas de empleo.
3. Ser gitano no ayuda, de partida, a lograr empleos dignos: es cierto que carecemos, en general, de una capacitación suficiente para poder desempeñar muchos de los puestos de trabajo disponibles en el mercado pero, en la base, precisamos también, con carácter de urgencia, de una formación adecuada en habilidades sociales. En este último aspecto es en donde más incidió mi aportación.
  • Los socios de “El Candil” constituyó la otra vertiente de mi trabajo con personas adultas (la razón fundamental, creo, por la que fui contratada por la Casa de Juventud “Aleste”):
1. Como necesidades se apreciaban incrementar la participación y reforzar el sentido de pertenencia a este proyecto asociativo.
2. Mi contribución consistió en tratar de devolverles su propia imagen mediante el feed-back con reportajes que compartí en sus redes sociales, acompañarles en sus celebraciones (visitas culturales, cenas solidarias, cafés de los socios, fiesta de las Águedas, Carnaval…) e introducir alguna innovación con propuestas concretas de acciones con proyección social como “Las Fiestas de la Edad” en la Residencia “Cardenal Marcelo”.


Tras cuatro meses, agradezco la oportunidad de haber podido conocer más de cerca en qué se concretan muchas de las derivaciones que los/las trabajadores sociales realizamos desde los Centros de Acción Social. Hubiera deseado haber podido servir de puente entre estos profesionales (entre mi profesión) y el resto de profesionales que bajo el paraguas de la denominada “educación social” acoge a un variopinto espectro de profesiones muy diferentes y no siempre coordinadas: integración social, animación sociocultural, educación infantil, sociólogos, filólogos o teólogos… pero mi trabajo se limitó también, y en el mejor de los casos, a actuar como “educadora social” cuando no a poner cafés o a cobrar las cuotas de los socios… labores que, por otra parte, me propiciaron una privilegiada perspectiva para poder observar… siempre… antes de actuar.